jueves, 15 de enero de 2009

Gestión de las TICs en las Instituciones

Dentro de los enfoques concernientes a la Gestion de las TICs, se destaca el de la formación docente. Sin importar la modalidad de integración de los recursos (aulas de informática, laptops o algún equipo en un salón) no se debe perder de vista que lo fundamental es el uso que se le de al recurso.

Cuando la institución carece de material de trabajo la premisa parece ser exigirlo. Sin esa “tal cosa” no es posible trabajar. Cuando se tiene una total o parcial distribución de la “tal cosa” muchas veces nos encontramos con no saber qué hacer, por lo menos no saberlo muy bien.

Los planes estratégicos de la inclusión de las TICs , a veces parecen adolecer de esta problemática. Es tanto el énfasis puesto en la conectividad, o en la actualización del hardware o software que parece nos hemos despreocupado por lo que parece ser sustancial.

Aunque en los salones nuestros alumnos tengan sus propias XO, en los Centros de Formación Docente seguimos con las clases expositivas a pura tiza y pizarrón (pizarra blanca en el mejor de los casos). Al igual que en los niveles educativos inferiores es casi exclusivamente, en virtud de la presión estudiantil, que se filtran las innovaciones

En la enseñanza, no por simple deja de ser cierto que se obra con el ejemplo, que la ejercitación es fundamental y que el aprendizaje debe ser permanente.¿No es momento de pensar en una verdadera reforma de la enseñanza a nivel de Formación Docente? Entendida esta más que nada como una reforma a nivel de las metodologías empleadas y no necesariamente eporque se cuestionen los contenidos.

No se trata de falta de interés por parte de los “profesores de profesores”, no es desidia, sino que se cumple una vez más “se predica con el ejemplo”. Ocasionalmente se puede contar con algún docente pionero que pude surtir un efecto desborde y contagiar a algún colega. Una reforma no se puede basar en el efecto “conquista” o seducción a partir de esfuerzos individuales.

En forma simultánea los futuros docentes deberían egresar capacitados tanto en su especialidad como en el uso de las TICs, y en su evaluación. De alguna manera ingenuamente pensamos que si seguimos haciendo lo mismo algo cambiará.

Para la formación en servicio de los ya egresados podría implementarse una plataforma virtual de cursos y seminarios “a medida” como las que se utilizan para muchos cursos a distancia. Pero ya sabemos que muchas veces nos podemos dejar engañar por las modalidades online, que terminan siendo reproducciones virtuales de clases expositivas.

Hasta que no se adopten cambios pedagógicos en la forma en que se imparten estos cursos nada tendrán de innovador. El trabajo en redes, la autogestión desde los propios centros y la integración con la comunidad pueden ser cambios sustanciales que permitan difundir y experimentar estas pedagogías informacionales. Si los futuros y noveles docentes las integran tendremos esperanzas que puedan, junto con los aportes de los jóvenes estudiantes y las puertas abiertas a la comunidad, producir los cambios deseados en las metas de integración de las TICs

Teniendo en cuenta estos aspectos se apuntaría a lo que Pere Marqués (2000) señala como exigencias para el profesorado: “poder” (capacidad y los medios) y “saber hacer”. Aún así hay una tercer exigencia planteada por el autor que no quedaría contemplada el “querer” de los docentes.

¿Cómo lograr que los profesores quieran integrar las TICs?. Sin duda las mejoras económicas ayudan y son motores de muchos esfuerzos; pero no sólo la mejora en este tipo de compensaciones puede motivar a los docentes. La incidencia en dos parámetros como lo son el tiempo y el esfuerzo generan dificultades a la hora de romper con las estructuras anquilosadas en la forma de trabajar.

Si se pudieran representar, sin duda el esfuerzo y tiempo de dedicación mostrarían una curva exponencial. Las primeras etapas del cambio requieren dedicación, práctica, hasta que el docente pueda sentir el fruto de su inversión en el aula. Seguramente dedicará mucho más que el habitual tiempo de preparación hasta lograr simplificar su tarea. Pero también es cierto que una vez superada esta etapa redundará en una mayor satisfacción en su trabajo y seguramente éste se vea facilitado por los resultados obtenidos.

Si nos enfocamos en este punto, ¿cómo ayudar al docente a transitar esta barrera? Si se lo apoya en los primeros pasos y se le allana el camino, si dispone de un referente en su centro de trabajo, si se le reconoce su inversión y si desde los Centros de Formación se comienza a practicar una pedagogía acorde con la que se pretende sea aplicada por los egresados, estaremos colaborando a que la transición ocurra.

Fuentes Consultadas

Dede, Chris (2000): Incorporación progresiva de las innovaciones educativas. En Aprendiendo con tecnología. Barcelona. Paidós.

"Las TIC: del aula a la agenda política" Co-publicación con UNICEF. 2008 . Juan Carlos Tedesco, Nicholas C. Burbules, José Joaquín Brunner, Elena Martín, Pedro Hepp,
Jerome Morrissey, Elena Duro, Cecilia Magadán,María Teresa Lugo, Valeria Kelly, Inés Aguerrondo
http://www.iipebairesvirtual.org.ar/file.php?file=/1/Publicaciones_TIC/Las_TIC_del_aula_a_la_agenda_politica_2008.pdf

Marquès Graells, Pere, 2000 (última revisión: 7/01/06): Cambios en los centros educativos: construyendo las escuelas del futuro. http://dewey.uab.es/pmarques/perfiles.htm#cambios#cambios