miércoles, 1 de mayo de 2013

Perdiendo la oportunidad para ampliar mi APA

Pasé buena parte del lunes 29 escuchando a Paulo Santiago en un seminario del INEEd (Instituto Nacional de Evaluación  Educativa) de reciente creación. Se volcaron allí los resultados de la “Revisión de marcos y políticas de evaluación educativa”, desarrollado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) entre 2009 y 2012.

Me he descargado el libro para leer (por lo menos en parte) ya que muchos aspectos me resultaron interesantes, pero claro, en el marco de una jornada maratónica, que este portugués supo llevar muy bien, no me ha dado el tiempo para digerir el contenido.

Se paseó por el análisis de la evaluación de los sistemas educativos, pasando por la de los centros educativos, los docentes y los estudiantes. Quienes quieran profundizar ya tienen los vínculos para hacerlo. Sólo quería comentar aquí algunos aspectos no necesariamente vinculados al contenido.

Algunas consideraciones
Los asistentes eran principalmete autoridades de la educación, inspectores, muchos directores (incluso de centros privados), docentes de todos los niveles la mayoría vinculados con distintos programas que se vienen desarrollando y algunos docentes de aula.
Se realizó en las instalaciones del LATU (todo espectacular) con el servicio de Cortes para el café y Almuerzo atendido por parte de los estudiantes (de 2do) de la Escuela de Hotelería y Gastronomía de la UTU (de lo mejor, los más aplaudidos de la jornada)

¿Qué se podría haber hecho?
De las más de 400 personas unas poquitas tenían sus netbooks encendidas (se disponía de conexión WiFi). No había un twitter del evento ni se organizó una comunicación o espacio online. Parece que se intentó hacer en videoconferencia para algunos centros del interior del país pero las cosas no estaban funcionando. Espero que las grabaciones estén disponibles.

Si bien se comentaron experiencias de México, Corea, Singapur, Australia, Nueva Zelanda y Canadá, No hubo comunicación con  actores de las experiencias o personas del exterior. Queda a nuestra inventiva y google-de-por-medio poder conectar con gente.

No quiero ni imaginar qué se podría haber twiteado cuando algunos nos enterábamos que en Neva Zelandia es común que los Centro Educativos sean regidos por los padres, o que en México buena parte del salario docente depende de los resultados académicos de los estudiantes o que en muchos países el ascenso en las listas depende de la evaluación del docente y no de la antigüedad (como en Uruguay). Se dio una especie de tuit presencial en los cortes. Me crucé con docenas de conocidos y como en un cumpleaños hablé dos minutos con cada uno. Me "tuiteaban" su comentario sorprendido o algún "acá eso es imposible" o "deberíamos" intercalado con comentarios personales. Me perdí de escuchar, aunque sea breves puntos de vistas, el sentir de mucha gente...no pude hacer este  tuiteo presencial más que con unos pocos.

He asistido a eventos, el último MoodleMoot UY 2012 donde sí se contemplaron otras formas de comunicación y vivencié cómo enriquecieron la experiencia. Más allá de ese efecto momentáneo, conservo algunos vínculos que hice en ese momento hasta el día de hoy, pasaron a ampliar mi APA. Además tengo conexión a trabajos y atajos para encontrar otros.

Seguramente muy pocos de los asistentes escriba algo en su blog para seguir pensando. Una pena. El evento murió el día que nació. Seguramente sus repercusiones tengan efecto en varios de los asistentes, pero como algo más personal. Por otra parte, los investigadores se perdieron la oportunidad de recoger cientos de comentarios que pueden darle una nueva mirada a lo que hacen. Es como si uno escuchara solamente a la abuela o la la tía diciendo "muy lindo mijito" de vez en cuando viene bien una crítica constructiva. Vivir en una burbuja es muy cómodo pero a la larga limitante. Sobretodo cuando se quieren instalar cambios, más o menos contundentes,es muy bueno saber si se cuenta con el apoyo de quienes lo tienen que llevar a cabo.

El sistema no piensa en red. Me da la clara sensación que este es un movimiento de abajo-arriba, de esos donde se necesita vencer una masa crítica para que las cosas vayan cambiando. Lo critico porque creo que si el sistema educativo le pide cambios a lo docentes, se le pasa el mensaje de aprovechar el uso de las tecnologías etc etc, el propio sistema debería dar el ejemplo y "marcar el camino" en cada oportunidad que se le presenta. Pero de algún modo exige lo que no hace.